Apocalipsis trumpfantino | 🎧 Escucha 'Dolores y calmantes, con Erik Lamela'
#LaNews70 | Un jurado inexistente con arreglo a unas bases desconocidas ha decidido entregar un premio improvisado de la FIFA que nadie reclamaba. Nadie salvo los egos de Trump e Infantino.
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Se viene un capítulo disfrutón | Esta semana vuelve Brazalete, y creemos que este episodio os va a gustar: un club modesto barcelonés se pone en manos de un artista universal para saldar sus deudas. ¿Y dónde está el misterio? Pues en conocer, medio siglo después, dónde se encuentra esa obra de arte 'salvadora'. Como siempre lo tendréis el viernes en vuestra plataforma de pódcast favorita.
Imposible no hablar de ello | En LaNews de Brazalete ya le hemos dedicado mucha atención al bromance entre Big Donald y Bad Gianni. Lamentablemente durante este 2026 la pareja no nos va a evitar ni una sola carantoña, por ridícula que le resulte al resto del planeta. El supuesto premio de la paz improvisado por la FIFA constituye apenas el McGuffin -la excusa que motivaba la trama en las películas de Alfred Hitchcok- de un gesto doblemente onanista: Trump recibe el premio que exigía Donald e Infantino recibe la atención que necesita Gianni. Sus egos están satisfechos, pero solo por hoy. Seguiremos informando.
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⚽️ Orgasmo del trumpfantinato
Saltó la sorpresa: Donald Trump recibió, de manera totalmente inesperada, el nuevo premio de la paz de la FIFA. “Una violación clara del reglamento de esa organización”, afirma un antiguo alto cargo del organismo.
“Este es tu premio. Este es tu premio de la paz. También es una hermosa medalla que puedes llevar contigo allá donde vayas”. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, no cabe en sí de gozo. Acaba de entregarle el premio de la Paz de la FIFA, un galardón inexistente hasta hace un mes, a Donald J. Trump. Pero se diría que el premiado, más que el presidente de los EE.UU., sea el propio funcionario italo-suizo. Y de alguna manera probablemente lo sea. Nunca imaginó llegar tan lejos pero ahí está, codeándose como un colega del tipo más poderoso de planeta, y al mismo tiempo uno de los más divisivos. Gianni -el hijo de unos emigrantes italianos en Suiza, el niño pelirrojo y pecoso que sufría de bullying, el funcionario anodino y algo simplón- finalmente lo ha logrado. Lo de menos son las arcadas que la escena despierta en muchos aficionados al fútbol en todo el mundo.
“Es un gran honor estar aquí con Gianni. Le conozco desde hace mucho tiempo. Ha hecho un trabajo absolutamente fantástico”, dice Trump, especialmente elogioso con Infantino por la supuestamente estratosférica venta de entradas. Difícil obviar el oportuno vínculo entre esa gestión del ticketing y el proyecto educativo -por valor de 100 millones de dólares- para el que la FIFA no ha encontrado mejor miembro directivo que a Ivanka Trump, hija del magnate neoyorkino.
Quizá solo sea una coincidencia. Como cuando la FIFA de Infantino se planteó abrir una oficina en Nueva York, y no encontró otra ubicación que la Torre Trump. Lo cual en cierto modo convierte al Trumpfantinato, además de otras muchas valoraciones, en una peculiar relación entre arrendador e inquilino.
En realidad no hacía falta asistir al dantesco espectáculo transmitido desde el Kennedy Center de Washington para certificar que nunca la FIFA se entregó más rendidamente al poder. Y eso que venía de organizar un Mundial en Rusia y otro en Catar. Pero desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, Infantino se ha desmelenado. Una deriva que hemos ido narrando en LaNews de Brazalete, desde el mismo día en el que el presidente de la FIFA festejó eufórico en sus redes haber sido invitado a la toma de posesión.
No sé cómo el Comité Ético de la FIFA podría justificar el premio [entregado a Trump] sin contravenir sus propios estatutos. Estoy expectante.
Miguel Maduro, ex jefe del órgano de supervisión de la FIFA
Por eso, tras conocerse que el organismo futbolero entregaría un premio a la paz en el sorteo de Washington solo se manejó una posible sorpresa: que no lo recibiera Trump. Un galardón sin precedentes, sin demanda real del mundo del fútbol, sin criterios ni jurado conocidos, y sin información previa al comité ejecutivo de la FIFA, como ha reconocido alguno de sus miembros. Y con un calendario tan apretado como sospechoso. El premio se anunció el 5 de noviembre, justo después de que trascendiera que el presidente estadounidense, a pesar de sus vociferantes exigencias, no obtendría el Nobel de la Paz.
Como ocurre con muchas cosas en la actual FIFA, varios altos cargos del organismo desconocían los detalles del premio la noche anterior. Algo parecido ocurrió cuando Ivanka Trump se vio repentinamente involucrada en el sorteo del Mundial de Clubes el año pasado. Fuentes cercanas al Consejo de la FIFA contaron a The Independent que muchas decisiones parecen tomarse por impulso, adaptándose más a las exigencias del país anfitrión que a las de un torneo eficiente.
“Que la FIFA otorgue un premio de la paz es completamente inocuo. El problema surge cuando el premio va a alguien que está activo en la política. Entonces se convierte en una violación de la neutralidad política”, afirma Miguel Maduro al medio noruego NRK. Maduro sabe de lo que habla. Cuando Infantino fue elegido presidente de la FIFA en 2016, él se convirtió en el primer jefe del órgano de supervisión independiente de la FIFA. Su tarea era asegurarse de que se cumpliera el reglamento. Ese que tanto la organización como los empleados están obligados a seguir. Ese que establece que la estricta neutralidad política que debe observar la FIFA.
Ese principio, según Maduro, ha sido violado ahora por el presidente Infantino. Señala dos razones: “En primer lugar, la FIFA toma una postura política sobre el trabajo realizado por un actor político, en este caso Trump. Y en segundo lugar, también es una señal política entregar el premio a un hombre que está activo en la política”.
Opina que la violación de las reglas de la FIFA es tan clara que espera que el comité ético de la FIFA abra un caso contra Infantino. “Si el Comité Ético concluye que no es una violación, deberán presentar una justificación de por qué lo consideran así. Estoy expectante ante esa justificación”, dice Maduro.
Lo bueno que tienen los premios bajo demanda es que no requieren de criterios objetivos. En el vídeo que anunciaba a Donald Trump como ganador del premio, la FIFA le adjudicaba un abultado listado de méritos. Después el propio presidente se ensalzaría así mismo y a las decenas de millones de vidas salvadas por su labor internacional. Sin embargo, la directora del Instituto de Investigación de la Paz de Oslo, Siri Aas Rustad, ha verificado los acuerdos mencionados por la FIFA:
Los Acuerdos de Abraham
una serie de acuerdos que normalizan relaciones entre Israel y varios países árabes. Rustad señala que los acuerdos se remontan más atrás que Trump, pero que él también contribuyó durante su primer mandato.
Paz entre la República Democrática del Congo y Ruanda
Es cierto que Trump contribuyó al acuerdo, pero el problema es que el grupo armado M23, que opera en el este del Congo y es responsable de muchas muertes, está respaldado por las autoridades ruandesas, aunque el acuerdo dice que Ruanda no lo apoya. Por ello, el acuerdo realmente no proporciona paz en la zona.
Camboya y Tailandia
parcialmente cierto que Trump contribuyó. Hubo un conflicto fronterizo donde EE.UU. ayudó a lograr un alto el fuego. Pero, según Rustad, Trump logró el acuerdo amenazando con subir los aranceles si no firmaban.
Kosovo y Serbia
Es muy poco claro qué hizo realmente Trump. Hay pocos indicios de que hubiese peligro real de guerra.
India y Pakistán
Conflicto de larga duración. Pakistán dice que Trump contribuyó; India dice que no hizo gran cosa.
Egipto y Etiopía
No hay un conflicto entre los países como tal, pero ha habido tensión por la presa hidroeléctrica que Etiopía ha construido, lo que ha afectado a Egipto. Mucha tensión, pero falso que hubiese riesgo real de guerra, según la investigadora.
Armenia y Azerbaiyán
Trump contribuyó directamente y merece reconocimiento por ello.
Israel y Hamás
Trump logró presionar para lograr un acuerdo de paz, aunque arrastrando los pies y después de dos años de genocidio declarado por las Naciones Unidas. En realidad, EEUU era el único país que podía forzar el acuerdo.
Maduro no es el único que ha reaccionado con dureza al premio. También Minky Worden, directora de Human Rights Watch, quien tilda la concesión de gravemente problemática. “Maduro se pregunta si el presidente de la FIFA ha cruzado la línea y se ha involucrado en política. Yo pienso que un Mundial bajo la órbita del movimiento MAGA y el trumpismo puede ser un desarrollo muy negativo. Hay una razón por la que no debes usar un evento deportivo tan grande para beneficio político personal”, dice Worden.
“El sportswashing tiene una larga historia, pero perjudica a aficionados, jugadores y comunidades locales. La FIFA debería centrarse en quienes trabajan y hacen posible el torneo: trabajadores, jugadores, aficionados y medios”, afirma. Algo en lo que coincide el diario británico The Guardian, que en un reciente editorial reclamaba a Infantino limitarse a los problemas del fútbol.
No parece previsible. Infantino se ha revestido de las mismas ínfulas que asistieron a su predecesor en el cargo, y le ha añadido una pátina de seguidismo lacayo ante cualquier gobernante, ya sea Vladimir Putin en 2018, el jeque de Catar en 2022 o Donald Trump en 2026. Sí, a Sepp Blatter le gustaba codearse con los dirigentes políticos, con reyes y presidentes de repúblicas. Disfrutaba imaginándose -y presentándose- como venerable líder de una nación sin fronteras, la del planeta fútbol. Y así se manejó durante más de 25 años, hasta que el FBI le hizo caer.
Que su sustituto se afanase en firmar la paz con EE.UU. fue solo el principio de lo que ahora tenemos. El FBI dejó de investigar y la FIFA le entregó el Mundial que Estados Unidos reclamaba desde que en 2010 -con Blatter a la cabeza- optara por Catar. Lo que vino después fue una pura alineación de intereses: si en febrero de 2016 Infantino se convertía en presidente de la FIFA, ese mismo noviembre Donald Trump entraba en la Casa Blanca.
La luna de miel entre Washington y Zúrich se afianzó en 2018… en Moscú. En vísperas del Mundial de Rusia la FIFA debía votar la sede de 2026, primera Copa del Mundo ampliada a 48 selecciones. Y Sepp Blatter, contrario a la idea -y a todo lo que huela a Infantino- comenzó a hacer campaña a favor de la candidatura de Marruecos.
La respuesta de Trump no se hizo esperar: pocos días después el ya entonces presidente norteamericano amenazaba (en Twitter) a cualquier país que se atreviera a votar contra su propuesta mundialista: “Estados Unidos ha presentado una candidatura FUERTE con Canadá y México para el Mundial 2026. Sería una verguenza que los países a los que siempre apoyamos hicieran lobby contra nosotros”.
Finalmente, el proyecto de Estados Unidos -que era también el preferido por la FIFA de Infantino- vencería gracias al apoyo de 134 federaciones. Otras 65 votaron a Marruecos y solo tres se abstuvieron: Cuba, Eslovenia, y España.
Y así, por oposición -el clásico ‘los enemigos de mis enemigos son mis amigos’- se fue forjando la confluencia de intereses entre personajes tan peculiares como Trump e Infantino. Lo que Blatter y el negocio han unido ya no lo ha separado nada. Luego han llegado la Copa del Mundo de clubes, los amagos con cambiar las sedes de ciudades con alcaldes demócratas, las repetidas visitas de Infantino al Despacho Oval y, ahora, la entrega de un premio inventado por parte de un jurado inexistente.
“Mi sucesor no sé si es Infantino… o más bien Trump”, ha atizado Blatter esta semana desde las páginas del The Telegraph. “No estoy seguro de dónde está el trofeo de la Copa del Mundo. Siempre ha estado bien guardado en Zúrich hasta la inauguración del Mundial. Ahora lo dudo. Quizá el trofeo ya esté en la Casa Blanca”.
Suena a broma. El problema para el fútbol es que quizá tenga razón.
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El ADO Den Haag cortó de raíz la cesión del francés Philippe Lanquetin, procedente del Estoril Praia, tras descubrir que el defensa había sido condenado en Francia por un accidente múltiple en 2023. Tres años de cárcel, dos en suspenso, y un cóctel poco elegante: conducción sin carnet bajo el efecto del alcohol, el cannabis y hasta del óxido nitroso. El club asegura que no sabía nada y ya quería devolverlo a Portugal. Lanquetin ni siquiera ha debutado en el equipo de la segunda división neerlandesa. [ESPN.nl]
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En Almería todavía están recomponiendo el rompecabezas de la madrugada del martes, cuando Aridane Hernández estampó su coche de alta gama contra tres vehículos aparcados y acabó chocando contra la entrada de su propia urbanización. La Policía Local acudió al lugar para constatar que el central daba positivo en alcohol, lo que terminó con su detención inmediata. Tras pasar por comisaría, Aridane quedó en libertad y, según confirmó la agencia EFE, se presentó por la mañana en el entrenamiento del Almería como si la noche hubiese sido simplemente… larga. [AS]
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En Niza se encendió la alarma: unos 400 ultras del club se plantaron la pasada madrugada en el centro de entrenamiento tras la derrota por 3-1 ante FC Lorient, y abusaron física y verbalmente de jugadores como Terem Moffi y Jérémie Boga, incluso accediendo al bus del equipo. El resultado: tanto Moffi como Boga han solicitado la baja médica mientras la directiva gestiona la factura emocional. La Ligue de Football Professionnel (LFP) condenó el suceso, se ofreció como parte civil y anticipa acciones legales. [The Guardian]
🇪🇬 Cuatro años de sanción
En Egipto, el nombre de Ramadan Sobhi llevaba años asociado a la promesa eterna del fútbol local: capitán precoz del Al Ahly, posterior fichaje del Stoke City y últimamente una de las caras visibles del ambicioso Pyramids. Pero desde hace 605 días, su historia se parece menos a una carrera deportiva y más a un expediente judicial. La Corte Arbitral del Deporte (TAS) ha ratificado ahora la sanción de cuatro años por dopaje, reabriendo un caso que Egipto creía cerrado.
🇲🇾 Matar al mensajero… o al menos asustarlo
Haresh Deol, uno de los periodistas que destapó el escándalo de los siete futbolistas inscritos por la federación malasia con documentos de ascendencia falsificados, fue asaltado por tres hombres en pleno distrito comercial de Bangsar. Dos lo encararon, el tercero lo tiró al suelo… y lo grabó con el móvil, detalle que convierte la emboscada en un mensaje. No le robaron nada, solo le provocaron cortes y hematomas. Un aviso tácito para quien siga husmeando en el caso que ha puesto patas arriba al fútbol malasio y que llevó a la FIFA a sancionar a jugadores y federación. La policía abrió diligencias por lesiones y el gremio periodístico condenó el ataque.
⚡️El DeLorean que viene
Próximas efemérides del fútbol-dark
08.12.1987 | Accidente aéreo de Alianza Lima
La historia del fútbol peruano quedó marcada para siempre el 8 de diciembre de 1987. Aquel martes por la noche, un avión Fokker F-27 se precipitó al mar frente a El Callao. A bordo viajaba casi toda la plantilla de Alianza Lima. En pocos segundos, la vida de 43 personas quedaron truncadas.
La delegación blanquiazul había volado a Pucallpa para disputar un partido del Campeonato Nacional frente a Deportivo Pucallpa. Alianza venció 1-0 con gol de Carlos Bustamante. Era un resultado decisivo para conservar el liderato, pero pronto se convirtió en una nota marginal. El regreso a Lima se realizó en un vuelo chárter militar, un recurso habitual en la época para los desplazamientos a regiones de la Amazonía.
La aeronave despegó el 8 de diciembre por la tarde. Ya entrada la noche, mientras se aproximaba al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, el avión perdió estabilidad y terminó cayendo al mar a escasos kilómetros de la costa. Sería el inicio de una de las búsquedas más dolorosas en la historia reciente del país.
El único superviviente fue el piloto, Edilberto Villar Molina, rescatado horas más tarde. Entre las víctimas estaban 16 futbolistas, parte del cuerpo técnico encabezado por el histórico entrenador Marcos Calderón, auxiliares, hinchas que acompañaban al equipo, árbitros y miembros de la tripulación.
Durante días, familiares y aficionados acudieron a las playas de Ventanilla, esperando noticias mientras el mar devolvía cuerpos y restos del fuselaje. La escena se convirtió en un duelo colectivo que desbordó lo futbolístico. Políticos, autoridades religiosas y miles de simpatizantes se unieron en ceremonias, misas y homenajes que paralizaron Lima.
Como suele ocurrir con las tragedias aéreas en contextos institucionalmente frágiles, surgieron especulaciones y versiones contradictorias. En 2006 salió a la luz un informe oficial de la Marina que sugería fallas técnicas en la aeronave y señalaba la inexperiencia del piloto y copiloto en vuelos nocturnos. Durante casi dos décadas, ese documento permaneció fuera del dominio público, alimentando relatos paralelos y sospechas de negligencia.
Desprovisto de su plantel profesional, Alianza Lima terminó la temporada de 1987 alineando juveniles y futbolistas cedidos por Colo-Colo, en un gesto de hermandad que perdura hasta hoy. El club chileno, marcado a su vez por tragedias aéreas en su historia deportiva, se convirtió en un aliado emocional y deportivo del conjunto peruano.
El balón con el que se jugó en Pucallpa fue recuperado del mar y exhibido en la ceremonia de despedida, convertido en símbolo del vínculo entre los aficionados y “los potrillos” que nunca regresaron. Casi cuatro décadas después, la tragedia sigue ocupando un lugar central en la identidad de Alianza Lima: un episodio que no se reduce a la estadística de un accidente aéreo, sino que representa una herida compartida a nivel popular.
11.12.2004 | Accidente de caza de José Luis Cuciuffo
El fallecimiento de Cuciuffo, el primero de un componente de la selección campeona del mundo en México’86, generó consternación en el fútbol argentino. Su trayectoria había incluido pasos por Talleres de Córdoba, Vélez Sarsfield, Boca Juniors o el Real Murcia.
El 11 de diciembre de 2004 José Luis Cuciuffo, se disponía a pasar una jornada de caza al sur de la provincia de Buenos Aires. El ex defensor de la selección argentina campeona del mundo en México 1986, de 43 años, se encontraba en el establecimiento rural “El Lucero”, en la zona de Bahía San Blas.
Viajaba en una Chevrolet Blazer junto a su amigo Oscar Alberto Beltramo cuando el vehículo pasó por una vizcachera o pozo que provocó un fuerte sacudida. En ese momento, una carabina calibre 22 que estaba apoyada en el piso entre los asientos delanteros —según la reconstrucción más detallada de los peritajes divulgados posteriormente— se desestabilizó y se disparó de manera accidental. La bala ingresó por el abdomen, provocó la destrucción total del hígado y terminó alojándose en la aorta. La herida fue inmediatamente crítica.
El ex futbolista fue llevado a la sala de primeros auxilios de Bahía San Blas, donde se intentó controlar la hemorragia, pero las lesiones internas resultaron irreversibles. Falleció durante el traslado de urgencia al Hospital Pedro Ecay, en Carmen de Patagones. No hubo intervención de terceros ni indicios de acción deliberada; todas las investigaciones coincidieron en que se trató de un accidente.
Existen dos versiones difundidas en la prensa respecto a la posición exacta del arma al momento del disparo. Algunas crónicas afirmaron que Cuciuffo la llevaba entre las piernas, mientras que otras precisaron que estaba en el piso entre los asientos. En ambos casos, las autoridades concluyeron que el movimiento del vehículo fue el factor desencadenante.
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