Poder, crimen y fervor serbobosnio en la cúpula de Sarajevo

Al presidente de la federación bosnia, Vico Zelković, lo acusan de crear BH Hooligans para sustituir a BH Fanaticos y Ljuti Krajišnici, un movimiento oscurecido por las compañías y el contexto social

El presidente de la Federación de Fútbol de Bosnia y Herzegovina, Vico Zelković | Fotografía vía Sport bez cenzure

Zenica, 15 de noviembre de 2025. Bosnia y Herzegovina logra el billete para la repesca de la próxima Copa del Mundo al superar a Rumanía por 3-1. Lo consigue con una remontada en la segunda parte iniciada por Edin Džeko, encarrilada por Esmir Bajraktarevic y culminada por Haris Tabaković. El resultado se festeja en el estadio Bilino Polje, pero a pesar del éxtasis, el ambiente es raro tanto en las gradas como en el vestuario, donde ha bajado para proseguir con las celebraciones el presidente de la Federación de Fútbol de Bosnia y Herzegovina, Vico Zelković. Por más que se envuelva con una bandera del Ejército local con un escudo de lirios, símbolo del Reino de Bosnia y de la primera República, el directivo está en el punto de mira. Los jugadores le miran con cierto recelo porque ha intentado expulsar a los dos grupos de animación históricos del territorio para, presuntamente, crear uno nuevo: BH Hooligans. Un movimiento que ha vuelto a reflejar cómo la unión entre el poder, el crimen organizado, la política y la historia no son una cuestión del pasado en los Balcanes.

Zelković consiguió que un homenaje de los ultras rumanos a Ratko Mladić, autor material de la masacre de Srebrenica, no fuera el punto extrafutbolístico más caliente del partido. O, por lo menos, el único. Para el enfrentamiento ante Rumanía, Zelković optó por retirar la venta de entradas a los principales grupos de animación bosnios: BH Fanaticos y Ljuti Krajišnici. Las dos agrupaciones, con una larga trayectoria y de carácter polideportivo, han generado a lo largo del tiempo numerosos problemas a la federación, no solo por sus cánticos racistas. En gran parte, por el exceso de pirotecnia que usan en los partidos, que tantas multas e incidentes han comportado, avivando la amenaza de que los partidos acaben jugándose a puerta cerrada. Vico se aferró a esa circunstancia como el principal argumento para no permitir su presencia en las gradas del estadio.