Agresiones sexuales: el fin de la impunidad
Brazalete Negro 11 | O cómo dos casos con cuatro décadas de distancia retratan la respuesta social y mediática a las violaciones protagonizadas por futbolistas.
9 de octubre de 2020. Mientras Brasil celebra el Día nacional contra la violencia contra las mujeres, el Santos anuncia un nuevo fichaje. Robinho, el hijo pródigo, vuelve a casa. Pero a pesar de su bajo salario y su amplio currículum, muchos aficionados no quieren que el ex madridista se enfunde la camiseta que un día lució Pelé. ¿La razón? A miles de kilómetros, un tribunal italiano está a punto de ratificar una condena por violación en grupo a una joven de 23 años. A Robinho, autor probado de los hechos cuando era futbolista del Milan, le caen nueve años de prisión. Como Brasil no extradita a sus ciudadanos, Robinho se muestra seguro, casi insolente. Esa sensación de impunidad ha acompañado durante décadas a hombres que, como él, usaron su fama y su dinero para actuar como depredadores sexuales. Su nuevo entrenador en el Santos, Cuca Stivel, no tardará en salir a defenderle. Él sabe perfectamente cómo funciona esa burbuja mediática y judicial que ha protegido a no pocos futbolistas. Aunque quizá todo esté a punto de cambiar.